Fragmento #85- Un año que se va…

El viento agita la capa de Ramón García. Este año sale en Antena 3, no importa, parece que lo de dar las campanadas es un privilegio hereditario, como los reyes absolutistas. Ya empieza a explicar cómo va el reloj y esa bola dorada que baja amenazante, sin dar marcha atrás.
- …después vienen los cuartos: “din-don, din-don, din-don, din-don”…
¿De verdad hay que explicarlo otra vez? Con las uvas debería venir un manual de instrucciones, como con los condones. El pobre Ramón, se le nota que le falta la Obregón gritando eso de “Ramonchuuu, Ramonchuuu”. Este año no le van a hacer falta los condones. No va a tener tema debajo de esa capa de Batman. Aunque supongo que a la Obregón ya se le habrá pasado el arroz. Alguna ventaja tenía que tener haber moceado cuando todavía se grababa el Equipo A y Spielberg se dejaba hacer paellas por Anita la Fantástica.
- Venga, Diana, coge las uvas.
Definitivamente, las Navidades se inventaron para los niños. Para Javi esto es todo un acontecimiento. Ay, qué bonitos aquellos tiempos en los que los Reyes tenían una llave mágica y eran capaces de llegar a todas las casas de España en una sola noche. ¿Eso sale a una media de 7’4 casas por segundo aproximadamente?
- Ya empiezan, ya empiezan.
- Vamos, Javi, que tenemos que comérnoslas todas.
Suenan como cañonazos. Doce campanadas como doce salvas, rasgando el aire como un réquiem al año que se va. No es un buen momento para teorizar sobre lo efímero del tiempo, porque las copitas de champán no van a ayudar a guardar su noción.
- ¡¡¡Feliz 2009!!!