Fragmento #69- Mono Liso

- ¿Cómo puedes dormir con el tío ése ahí?
- ¿Qué pasa?
- A mí me cohíbe. Me da hasta cosa que me hagas la cera con él mirando.
- Tía, que es un cuadro.
- Pero me da mal rollo. Seguro que está muerto.
- Gracias, esta noche voy a dormir muy bien.
- Pero si a ti no te da miedo.
- Ya bueno, pero si me empiezas a comer la cabeza con que si está muerto y si esto y si lo otro, eso me sugestiona.
- ¿Por qué lo tienes todavía?
- No sé, es mono.
- ¿Y si fuera un asesino de niños? ¿O torturara a cándidas ancianitas? ¿Te seguiría pareciendo mono?
- Joder, Itziar, ya te está dando la neura.
- No me está dando nada. Sólo que es raro, porque por ejemplo no tienes fotos de desconocidos colgadas en el corcho - ¿ahora me dirá que las fotos te quitan una parte de tu alma?
- No es lo mismo una foto que un cuadro. Además, por esa regla de tres no se habría pintado la Gioconda, ¿no?
- No me compares a la Gioconda con el tío chungo que sale en tu cuadro.
- No es chungo. Tiene un halo de misterio. Lo que pasa es que el hombre, por naturaleza, teme a lo desconocido. Y eso es lo que te pasa a ti.
- Deja a Freud para otro rato.
- Dime que no es verdad lo que te estoy diciendo – soy pura sabiduría.
- Me gusta el misterio, y si tengo ganas de misterio me leo las novelas de Agatha Christie. Pero ese hombre me da mala espina.
- Pues a mí me gusta – aunque tengo que reconocer que la primera vez que lo vi casi me da un yuyu – y no me digas que esa camisa entreabierta no es sugerente.
- Sí, la próxima vez podrían sacarlo en un póster desplegable en el Cosmopolitan.