Fragmento #68- Visita cultural

- ¿Y los de la Federación Española de Lesionados Medulares no se han quejado? Tienen una carpa y ni siquiera pueden entrar a los lavabos – es que parece de chiste.
- Ya ves, tiene más tirón un stand que vende quitagrasas o brujitas de la suerte.
- ¿Y todos los años organizáis la excursión a la Feria de las naciones aún sabiendo lo que hay? – quizás AESLEME venga de Asociación Española de Lesionados Medulares por actividades masoquistas.
- Es el pan nuestro de cada día. Si no es aquí, vayas donde vayas te encuentras con lo mismo.
- ¿Necesitáis ayuda?
- No, no, vamos bien.
Bien puede ser tan relativo. Subir una silla de ruedas por una rampa legalmente adaptada es ir bien. Que un discapacitado pueda coger un autobús él solo también es ir bien. Pero que para tener que ir al aseo tengas que usar un retrete de obra por el que no cabe la silla de ruedas y necesites a dos personas que entren contigo en una cabina agobiantemente estrecha sin ningún tipo de asidero es chungo. De narices. Tres personas en un metro cuadrado. Con razón dicen que se apañan. No pueden pedir más efectivos. Es físicamente imposible.
- ¿Estáis esperando?
- No, no vamos a pasar – nos ha tocado vigilar la silla de ruedas. Parece un Cadillac. Debe costar un pastón. Y sí que tardan. Debe ser más complicado que la mayoría los juegos de ingenio que he visto en uno de esos stands frikies.
- ¿Puedo darme una vuelta?
- ¿Perdona?
- La moto. Que si puedo darme una vuelta.
- Esto no es un stand.
- ¿Y para qué estáis exhibiendo la moto si no dejáis que la gente la pruebe? – y yo que pensaba que teníamos pinta de seguratas de Suite.
- No es una moto. Es una silla de ruedas especial. Se llama scooter y está adaptado para personas discapacitadas.
- ¡Que vamos!
- ¡Vale!
- Vamos a poner la silla de ruedas ahí – la tipa nos mira flipada cuando ve cómo sacan a la dueña de la scooter a volandas.
- Perdona no sabía… pensaba que era para probarla.
- Ya, llevamos el circo a cuestas.
- ¿Qué tal si vemos los stands de gastronomía?
- A mí se me ha quitado el hambre.