Fragmento #55- Melodía desafinada

Es irónico que nos empeñemos en adornar los momentos tristes y hacerlos una fiesta. Los padres ven cómo sus hijos se casan, se van de casa y pasan a verlos en Navidad y Semana Santa y montan una boda para celebrarlo. Los americanos mueren y sus familiares celebran una comilona. Americanos… seguro que en Massachussets también lo hacen. Total, también están en Estados Unidos. Y parece que aquí seguimos la tradición yanqui. Que Miguel se va, pues nos vamos a un karaoke a celebrarlo. Lo que ayer parecía un momento amargo ahora es dulce, y para la posteridad quedará a fin de cuentas como un momento agridulce. Sobre todo agridulce de ver a la peña cantar Pimpinella, imitar a Camela, emular a las Spice Girls o pedir My Way de Frank Sinatra y no saber ni tararearla.
- Ey, Diana, ¿qué vamos a cantar?
- No sé, a ver qué quieren ellos.
- No, no. Si digo nosotros dos. Un dueto - ¿un dueto? Estará de coña.
- No soy muy de duetos.
- Venga, es mi última noche. Márcate un dueto conmigo, ¿no? – “su última noche”. Qué melodramático suena.
- ¿Cuándo te vas?
- Mañana por la tarde. El avión sale a las ocho y media. Pero no me cambies de tema. ¿Qué canción quieres?
- Azúcar Moreno – seguro que dirá que no y no tendré que pasar por ese bochornoso momento.
- Jaja, muy buena. Pero no prefieres algo más como… - amistades peligrosas nos vienen que ni pintado - … Grease o Dirty Dancing - éste qué quiere, ¿que pille una barraquera en el escenario o qué? Momentazo operación triunfo y luego coge un avión y se va a la otra punta del mundo. No, gracias.
- A ver, gente, todo el mundo al escenario. No, no, tú no, Miguel. Tú quédate sentado – creo que me he perdido algo. ¿Vamos a montar una performance drag queen? Porque me he dejado el látigo en casa.
- Bueno Miguelito, éste es nuestro particular homenaje para ti. Vamos a desafinar tanto que no nos vas a echar de menos mañana cuando cojas el avión. Esperamos que te guste – parecemos la tuna de la facultad de derecho.
- Adiós con el corazón, que con el alma no puedooooo…
Yo prefiero decirle adiós con la mano. Porque con el alma no puedo; y con el corazón, menos.