Fragmento #56 - Al fin en casa

Llevo todo el día en la calle, desde las siete de la mañana sin pisar la casa. Pero al fin llego y puedo quitarme los zapatos, es lo primero que hago. Me quito la chaqueta y la cuelgo en el picaporte de la puerta, comienzo a desabrocharme la camisa mientras voy por el pasillo hacia el lavabo y abro el grifo, un potente chorro de agua fria cae sobre el lavabo. Con las manos me lavo la cara, lo necesitaba... Me quito la camisa y la dejo sobre el toallero y después el pan de cada día (o mejor dicho, de cada noche): me lavo los dientes, saco la ropa para el día siguiente, meto la ropa sucia en la lavadora, dejo preparada la cafetera para no tardar en prepararlo mañana por la mañana y... el móvil. ¿No he sacado aún el movil de la chaqueta?
Vuelvo sobre mis pasos hasta la entrada y cojo la chaqueta; rebusco en sus bolsillos y saco el móvil: sin batería, necesito cargarlo... Un pequeño papel cae del bolsillo al suelo, se posa sobre mis píes. Al cogerlo recuerdo de qué se trata: Amélie, la escocesa, me ha dejado anotado su email antes de coger el autobús para Córdoba; parecía una chica simpática...
¡Rompamos con la rutina esta noche! Enciendo el ordenador y abro el correo...

De: mario_acosta@gmail.com
Para: amy.legoff@hotmail.com
Asunto: Hola!!
Hey! Ahora debes estar por Córdoba, también es una ciudad bonita, aunque Sevilla lo es más. Espero que disfrutaras de tus días en mi ciudad y de que quieras volver otra vez (sin alumnos jejeje). También espero que entiendas este email y que me contestes a tu regreso a Escocia. Acabo de llegar a casa, después de todo el día trabajando en la calle...

Suena el teléfono, ¿quién será a estas horas? Me levanto de la mesa y lo descuelgo:
- ¿Sí? ¿Quién es?- pregunto.
Una voz conocida me contesta al otro lado...