Naos Estrella de Tinta
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Personaje Nombre: Mario Acosta González
| Tema: Fragmento #87 – Dos mujeres Mar Sep 02, 2008 3:17 pm | |
| Martes, 2 de Septiembre de 2008 En Sevilla
Si no se ha despedido, quizás no quiera hablar… Mirando el hueco de la pared reservado para el cuadro de María, recuerdo la nota que me dio junto al lienzo: Un adiós que espero que sea un hasta luego. María Sí se despidió; en su momento, no como yo… Tendré que llamarla. Pero primero a Isabel, cojo el teléfono y marco el número de Isabel, aún me lo sé de memoria. Salta el contestador… ¿hablo o no hablo? Suena el pitido para dejar el mensaje… - Hola… Soy… soy Mario, Isabel- pensar que mi voz quedará guardada me cuesta articular las palabras- Sé que ha pasado mucho tiempo pero… no quiero perderte… del todo. Me gustaría quedar algún día para… para hablar. No sé… - Hola. Una voz seca y triste me interrumpe, Isabel ha descolgado el teléfono. - Eh… ¿estás ahí?- pregunto sorprendido y en parte avergozado. - Sí… estaba escuchándote. - Ah… ¿qué tal estás? - Pss, tirando…- la voz no es la de la Isabel viva y feliz que conocí. - ¿Sólo tirando?- le pregunto. Un sentimiento de culpabilidad me invade de repente. - Por no decir mal… - ¿Qué te pasa?- le pregunto como si no lo supiera. - Pues… no es por ti, Mario. - Bueno…- parece sincera, me lo tendré que creer. - Es mi padre… está muy mal. Ahora estaba recogiendo las cosas para irnos al pueblo, a Alanís… - ¿Para qué? - Quiere morir donde nació… - ¿Tan grave es?- le pregunto asustado. - Él dice que se muere, que se va… que quiere irse. No soy capaz de negarle el irnos al pueblo… - Haces bien…- le interrumpo, no quiero que siga hablando. - ¿Tú crees?- me pregunta entre sollozos, me parece que está llorando. - Si son sus últimas voluntades… Haces bien.- le contesto. - Últimas…- repite despacio- Sí, últimas… Se lo merece. - Claro…- no sé que decir, no debí de decir “últimas”. - Bueno… me tengo que ir… - ¿Quieres que te acompañe al pueblo?- le pregunto. - No, gracias. Ya te llamo yo si me hace falta. Gracias. - De nada… Estoy aquí para lo que quieras… - Gracias…- su voz parece cada vez más amarga- Te llamo cuando todo esto acabe, ¿vale? - Sin problemas, Isabel. - Te quiero… Y cuelga el teléfono tras esas dos palabras. Me quiere… y yo a ella. ¿Porqué no?
Pensaba llamar a María, pero se me han quitado las ganas. Todo puede esperar; bueno, no todo…
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