Fragmento #104 – Toblerone

Dos cafés con leche y un solo para Ernesto. Astrid no ha querido tomar nada. Estamos los cuatro sentados alrededor de una mesa del self-service de Sants. Falta poco para que nuestro tren salga y regresemos a Sevilla, dejando atrás a todo esto. La bulliciosa ciudad, el olor a incienso de la librería, la campanita japonesa de la puerta, la simpatía de Bernard y…
- Voy un momento a comprar un Toblerone ahí al lado, ¿vale?- pregunta Astrid interrumpiendo mis pensamientos internos.
Bernard asiente con la cabeza y sigue conversando con Ernesto. Astrid se levanta de la mesa y se dirige a un quiosco cercano.
- A ver si tienen alguna revista para el camino…- digo levantándome.- Ahora vengo…
Sigo el camino de Astrid pero no ha entrado en la tienda; está a un lado, como escondida, de espaldas a mí. Me acerco y le toco el hombro.
- Vete... vete... –susurra. - Pronto estaré bien, ahora voy.
- ¿Qué te pasa, Astrid?- le pregunto, me parece que está llorando.
-¿De verdad me preguntas qué me pasa? Te vas – me responde.- Y no es que no lo supiera... pero ahora estaré sola, no volveré a verte, lo sé, te olvidaras de mi...
- No me olvidaré de ti…- le contesto.- Siempre serás… Serás…
Astrid me mira con los ojos rojos y las mejillas húmedas, espera una respuesta.
- ¡Nada!, ¿verdad? Desde ayer has sido incapaz de decirme nada…- me dice entre sollozos.- Al menos dime que me quisiste entonces, sólo eso…
Mi lengua no reacciona, no me vienen palabras a la mente. Opto por abrazarla.
- Sé que soy una cría, no quiero traerte problemas…- continúa Astrid.- Pero para mí eres mucho más importante de lo que piensas, no quiero que seas mío, ni ninguna estupidez de esas… Pero tampoco quiero que hagas como los demás, no quiero ser de nuevo la pobrecita niña absurda, la problemática… Te quiero, Mario. Pero no te pido que seas mío, sólo que me quieras como a una mujer, como a una amiga. Ser algo para ti es suficiente…
- Para mí eres importante, me has hecho sentir algo especial… Es verdad que tengo que pensar sobre todo lo que ha pasado… Ha sido muy raro. Pero siempre serás “algo” para mí…
Astrid me mira con un halo de esperanza, parece que espera un beso o algo así.
- Entiende que no podemos tener una relación normal…- prosigo mirando atrás, tengo miedo de que nos vea alguien- No es posible, tu tío nos mataría… Pero siempre serás “algo” y no me olvidaré de ti…
De repente noto una corriente fría por mi espalda, una sensación que me embriaga y me aturde. Miro a mi alrededor, nadie nos mira, me agacho y la beso en los labios con suavidad y rapidez.
- Gracias.- me dice con una amplia sonrisa.
Se limpia la cara y muda el gesto. Me coge de la mano y me arrastra hasta dentro del quiosco.
- El más grande de todos- me dice señalando con el dedo un Toblerone gigantesco sobre el mostrador.