Fragmento #71 – Desahogo

Se toca el bigote, la pipa pende de la boca y salen bocanadas de humo periódicas. Un guiño, una calada, humo… Una calada y humo, otra calada y humo…
- ¿Y la has vuelto a ver?
- No…
- ¿No habéis hablado desde entonces?
- No…
- ¿Y piensas hablar con ella?
- No…
- ¿Sabes decir algo más?- me pregunta mirándome directamente a los ojos y elevando las pobladas cejas.
- No… -contesto dando un sorbo al café- Creo que no…
- ¿E Isabel…?- pregunta Ernesto, calada y humo…
- ¿Isabel qué?
- Pues si lo sabe… No me seas estúpido.
- Perdón… No, no…
- ¿No lo sabe?
- Claro que no…
- ¿Y piensas decírselo?
- No…- contesto tímidamente.
- Entonces…
- Entonces nada… no volverá a pasar. Fue un error, una locura transitoria…
- ¿Locura transitoria?- Ernesto comienza a reír repitiendo mis palabras- Parece un diagnóstico médico…
- No digo yo que no tenga que ir al médico…
- ¿Al médico?- pregunta sorprendido.
- Al psiquiatra, al loquero. Yo qué sé… -me echo las manos a la cabeza y resoplo, no puedo más…
- Necesitas desahogarte…
- ¿Y qué crees que hago? Hace casi un mes que pasó y aún no había hablado con nadie…
- Algo te noté. Pero cómo siempre has sido tan especial…- ese “especial” tiene rintintín.
- Normal… llevo semanas sin ser yo. Lo que me extraña es que Isabel no lo haya notado.
- ¿Tú crees que no lo ha notado?- me dice Ernesto tras una nube de humo- Las mujeres son muy listas…

Las mujeres son muy listas, a mí me lo va a decir…