Fragmento #69 – Fiebre de sábado noche

La persiana bajada, la luz apagada y silencio. Así llevo dos días, tanto baño no fue bueno… Logro ver cada rincón de la habitación, mis ojos se han acostumbrado a la oscuridad; tanteo en la mesilla de noche y busco un pañuelo cuando oigo la puerta…
Un haz de luz entra por debajo de la puerta, me molesta, me hiere en los ojos… Me incorporo sobre la cama y estornudo. Se abre la puerta y la luz inunda la habitación…
- ¡Apaga!- grito.
- Perdona, perdona…- dice Isabel apagando la luz del pasillo.
- Gracias… me molesta la claridad.
- Ya veo… ¿Qué tal estás?- me pregunta acercándose a la cama.
- Mal, me duele la cabeza- contesto y estornudo.
- ¡Jesús!
- Gracias…
- Te he traído el termómetro- dice mientras busca en el bolso, a oscuras- Seguro que tienes fiebre…
Se sienta junto a mí, me acaricia el pelo y me da el termómetro.
- Póntelo… Voy a prepararte algo de comer y ahora vengo a verlo.
Me da un beso en la mejilla y sale de la habitación, me vuelvo a tumbar en la cama y me pongo el termómetro… La cabeza me da vueltas y siento fatiga. Al minuto pita el termómetro, ya está. Enciento la lamparita de la mesilla de noche y miro la pantalla: treinta y nueve con siete, eso es fiebre. Isabel llega con un vaso de zumo y tiende la mano para que le de el termómetro.
- ¿Tienes fiebre?- me pregunta.
- Treinta y nueve y pico…
- Te traigo una pastilla, tómatela con el zumo…- dice y me acerca el vaso y la pastilla- ¿Qué has hecho para estar así?
- Cogería frío…- contesto- el tiempo está loco.
- ¿Y el cuadro? ¿Lo terminó?- pregunta.
- ¿El cuadro? ¿María? Bueno… Isabel, tengo algo que contarte…