Fragmento #59 – La palabra tabú

- ¿Y lo has visto?- me pregunta Isabel mientras ojea la carpeta.
- No, no quiere que lo vea hasta que termine…
Isabel sigue pasando las láminas una a una, fotografías de algunos cuadros de María. Marinas, paisajes, bodegones y algunos retratos.
- Pinta bien…- dice Isabel cerrando la carpeta y poniéndola sobre la mesa.
- Sí, ya me lo parece... Y además lo vive.
- ¿Cómo que lo vive?
- Que lo siente... mientras pinta, está en otro mundo. Ausente, no sé cómo decirte...
- Lo entiendo, lo entiendo...
Su voz es algo distante, no quiero pensar que sea por celos...
- ¿Te pasa algo?- le pregunto.
- ¿A mí? Nada, nada, cariño- contesta con cara de sorpresa, como si el globo donde estaba metida hubiese explotado- ¿Qué me iba a pasar...?
- No sé... Te noto rara, ¿pasa algo con tu padre?
- No... Al principio estaba un poco reticente a mandarlo al psiquiátrico, pero ahora me doy cuenta que era lo mejor...- Isabel se queda en silencio y al final concluye- No pasa nada...
- Te creeré...- en realidad no le creo.
Cierra las gomillas de la carpeta azul y la empuja con dos dedos hacia mi lado de la mesa. Guárdala, no se vaya a manchar, me dice con una sonrisa mitad verdad, mitad mentira. Quizás sea yo el que vea las mitades y simplemente sea una sonrisa, una sonrisa a secas.
- Y sigue trabajando cómo...- comienza Isabel rompiendo el silencio.
- No, no... Lo dejó, no lo ha pasado bien...- ¿sé de lo qué hablo?- Tampoco sé mucho, sólo me dijo que ya no es...
- Sí, sí...
Ambos preferimos no pronunciar la palabra tabú; cosa que, pensando ahora, me parece patético... Fue prostituta, ¿y qué?
- Bueno, cariño. Me tengo que ir ya, me espera la pintora.- digo mientras me levanto de la silla.
- A la noche hablamos, ¿no?- se levanta y me da un beso en los labios- Hasta luego, guapo.
- Hasta luego, después te llamaré.
Y cogiendo la carpeta me doy la vuelta y voy hacia casa.

La camarera, el vendedor de billetes, el librero...
La pintora, la prostituta...