Fragmento #55 – Un whisky escocés

Es día entre semana pero no importa, necesitaba salir a dar una vuelta… Las paredes de casa me acechaban e Isabel estuvo allí para salvarme. Me acerco a la barra del Buddah Caffe mientras Isabel va al baño, está bastante tranquilo el sitio… A mi lado está sentada la chica extranjera de ayer.
- Hola, ¿te acuerdas de mi?...-le pregunto- El otro día en la estación de autobuses...
- ¡Hey! Sí me recuerda. ¿Cómo estas?- contesta ella con su especial pronunciación.
- Bien, gracias… Me llamo Mario- le digo con una amplia sonrisa y nos damos dos besos en la mejilla, su piel es blanca como la nieve.
- Yo me llamo Amélie…
- ¿De donde eres?- le pregunto, intento hablar lentamente para que me entienda.
- Es complicado...- se queda pensativa, como buscando la palabra- Vivo en Escocia, en Glasgow, pero soy francesa. ¿Eres de Sevilla?
- Sí, soy de Sevilla… ¿y que haces por aquí?
- Es un viaje, con alumnos. Estoy con los otros profesores, necesitaba un descanso...
- ¡Ah! ¿Eres profesora? Siempre me ha gustado la enseñanza…
- ¡Qué bueno!, ¿quieres ser profesor?- me pregunta enseñando sus blancos dientes y meciéndose la melena rubia.
- Sí... estudiaba Física en la universidad... pero lo dejé.
- ¿Porqué?- pregunta algo extrañada.
- Bueno... tenía problemas familiares y me fui de casa...- ¿qué hago contándole esto a una extraña?- Tuve que buscar trabajo para pagarme una casa…
- ¡Oh, sorry!... No debí preguntar- me interrumpe avergonzada, un tono de rubor asoma en sus mejillas.
- No importa- le digo tocándole el hombro.
- ¿Vienes a menudo a este bar?- pregunta lentamente, deteniéndose en cada sílaba rompiendo la inoportuna pregunta anterior.
- No mucho... no suelo salir por las noches, pero hoy estaba agobiado en casa y he venido con la novia.
- ¿Tu novia?- me pregunta sorprendida.
- Sí... mi novia, está en el baño.
- Sorry, what? – exclama la escocesa.
- Mi novia... - ¿cómo era en inglés...?- My girlfriend...-concluyo.
- Ok... buenas gracias, no conoce la palabra "novia", ¿hables inglés?
- Algo... inglés de cursillos- le digo.
- Soy segura tu inglés puede ser mejor que mi español... enseño el francés, y el español es bastante dificult para mi
Ese "dificult" me ha hecho soltar una carcajada.
- Yo doy clases de francés a un vecino... pero sé muy poco.
Ella ríe también, no sé si porque le ha hecho gracia o porque no me ha entendido...
- ¿Qué tomas?- le pregunto señalando a la estantería llena de botellas- Te invito...
- Un mojito...- contesta timidamente
- Pues yo un whisky escocés... ¡en tu honor!
Comienza a reírse, esto sí que lo ha entendido, y le pido al camarero, no tarda en servirnos y alzando mi vaso de malta fermentada le digo guiñándole un ojo:
- ¿Chin-chin?
- Cheers- contesta ella y brindamos entre risas. Isabel sale del cuarto de baño y se sienta en una mesa de la otra esquina.
- Bueno, me tengo que ir...- le digo dando un sorbo a la copa- Un placer, Amélie y que disfrutes de Sevilla.
- Encantada también- dice finalmente con un leve movimiento de cabeza.